Español: La caminata que se realizó al Parque Etno-Mitológico del Cerro de los Abechucos es la primera en la historia con tanta participación de ortegunos. Crónica a vuelo de buen cubero y con ojo de águila de uno de los caminantes que superó todos los obstáculos en una jornada que vibró, del amanecer al atardecer, con plena vitalidad.

Español: A las 6 de la mañana en punto del 5 de junio de 2008, en el parque principal de Ortega, Tolima, mi primer suspiro del día se unió al unísono con el de 560 mujeres, niños, jóvenes y ancianos que nos reunimos al frente de la alcaldía municipal. Aquel inmenso suspiro nació del deseo de conocer la Laguna Encantada, empotrada en el cerro La Meseta, el más grande de todos los que hacen parte de Los Abechucos. La gran asistencia era el resultado de la convocatoria para participar en la primera marcha ecológica al Parque Etno-Mitológico Los Abechucos. Una caminata que superó todas las expectativas.

Preparados todos, entre ellos el señor alcalde, doctor Ángel María Monroy Carrillo, y toda su administración, partimos hacia la famosa Laguna Encantada bajando por el polideportivo Central al primer obstáculo: la quebrada La Monedita, donde nos empapamos de naturaleza. Luego de cruzarla, proseguimos la travesía y, en ayunas y bien mojados, llegamos al río Ortega, donde volvimos a quedar empapados y listos para superar más agua en el camino. Así nuestros pasos nos llevaron hasta la desembocadura Chiquinima, sobre el río Ortega y ahí sí el destino era más disiente: un horizonte que bordeaba la quebrada Chiquinima con una visión frugal del Parque Etno-Mitológico los Abechucos y, a lo lejos, la Laguna Encantada. Las quinientas sesenta almas caminantes continuamos devorando con cada paso el suelo fantástico de este destino en Ortega, Tolima, empotrado en la Hacienda La Meseta, para alcanzar después de una hora de caminata la primera parada en la finca del señor Tiberio Madrigal, en donde la Alcaldía Municipal, caracterizada por eslogan “Unidos Generamos Progreso”, satisfizo la primera necesidad de aquella multitud de cuerpos que empujaban con cada vez más esfuerzo sus pasos: nos sorprendió a todos y cada uno de los caminantes con un desayuno de tamal, chocolate y pan. Con la barriga llena y el corazón contento, seguimos rodeando todo el trayecto de la quebrada Chiquinima y ya en su desembocadura, por entre un sendero de arbustos y cercando el cerro La Pirámide, fuimos avistando la Laguna Encantada. Sobre las 9 a.m. comenzamos el ascenso al cerro La Meseta, siguiendo el itinerario planeado. Siguiendo las indicaciones de la Cruz Roja de Ortega e Ibagué los 560 caminantes, uno a uno, tomamos el ascenso hacia la Laguna Encantada en fila india. Por momentos el ascenso se hizo algo agobiante, pero después de una hora y cuarenta minutos se llegó a la cima del imponente cerro La Meseta, donde se halla la famosa Laguna Encantada, la laguna Anillos del Sol y el lugar de una de las vistas más extraordinarias que un visitante quisiera disfrutar. El reloj indicaba las 10:50 a.m. y en el rostro de todos los caminantes se reflejaba el cansancio, pero la alegría de saber que se hallaban en lo más alto de uno de los cerros más imponentes y majestuosos que conforman los Abechucos de nuestra querida Ortega hacia olvidar todo el esfuerzo en el que cada uno volvía a estar empapado, ya no por el agua de cada quebrada y río, sino por el sudor más emocionante.

Estando allí, todos nos dispusimos a entrar por grupos a las maravillas allí existentes: La Laguna Anillo del Sol, una laguna totalmente circular formada por las rocas, y la Laguna Encantada, en donde, a las 12 del mediodía en punto, uno a uno los participantes de esta primera caminata ecológica, disfrutaron de un maravilloso baño en sus aguas frías. Los participantes de la caminata se ubicaron a lo largo del nacimiento de las lagunas para tomar su almuerzo y relajarse. Siendo la 1 p.m. nos dispusimos para el regreso y todos los participantes encabezados por el señor alcalde y personal de administración empezaron el descenso, mostrando la satisfacción en sus rostros: por fin habían logrado conocer la Laguna Encantada de los Abechucos. A las 3 p.m. se llegó al bañadero Vuelta del Culo, donde la mayoría de los participantes tomaron un refrescante baño y los comentarios acerca de la Laguna Encantada se encontraban en todas las bocas de los participantes. Alguien se acercó y me preguntó “¿paisa, que quiere decir Abechuco?”. Y con gusto le respondí, porque pensé que entre 560 personas nadie había revelado esa inquietud: Lugar donde las águilas miran…